miércoles, 21 de octubre de 2009

Pero si estás iguaaaaaaal!

A falta de una política económica que favorezca las importaciones (como en el polémico $1 a US$1), los argentinos no sólo tuvimos que recurrir al mercado interno en cuanto a la adquisición de bienes de consumo, sino que también lo hicimos dentro del Mercado Hollywoodense (lo que en términos prácticos sería "El Mundo del Espectáculo"). No obstante, esto se puede observar desde hace varios años ya.

Por ejemplo, para reemplazar a la típica porrista yankee de "No es otra tonta película adolescente", tenemos a María Eugenia Suarez en esta fábula utópica sin sentido que empelotudece a los adolescentes argentinos en magnitudes con alcance desconocido, que se hace llamar "Casi Ángeles" (una toma de pelo, déjame de joder).

En contraste con "Amelie", la exitosa película francesa que nos permite olvidar la brutalidad de estos tiempos globalizados de mierda donde la única filosofía válida es "Sálvese quién pueda", tenemos a María Elena Fuseneco, un personaje explosivo con un importante desorden mental rozando los límites de locura, demencia e histeria. En este caso, ningún argentino puede declararse carente de algunos de sus rasgos: "Si no sos un alcohólico declarado, entonces sos un estructurado de mierda, o ambos".

Aparte del sorprendente parecido entre el protagonista de "Champs 12" y el de "Golpe de Suerte", podemos establecer otra comparación. Mientras que en Estados Unidos, volverte rico del día a la noche sólo se justifica por el factor suerte o karma; en Argentina, la mayoría de las veces es cuestión de patear una pelotita y correr detrás.

Al ver estas imágenes de Pablito Echarri y el papurri de "La Momia", sólo se me viene una palabra a la cabeza: Resistiré. "Y todo el mundo sigue hablando, compitiendo, adulterando, desmintiendo, puteando, y todo el mundo alucinando, confundiendo, sospechando, malviviendo, conspirando. Y todo el mundo sigue andando, padeciendo, despertando, repitiendo, imaginando. Y todo el mundo, blafemando, maldiciendo, apostando a cara ó cruz, improvisando. Desesperados. ¿Y hasta cuándo?" ¿Hasta cuándo estas ganas de nada? ¿Acaso soy sólo yo o estamos todos igual? ¿Es este tiempo del orto el culpable? Me quiero ir a la mierda... Egipto suena tan bien.

Como revelación tenemos a Agustín Almeyda. Ni idea de su existencia honestamente. Acabo de ver un video suyo en la tele (ni me acuerdo el nombre de la canción), pero parace un hijo no reconocido de Alex Ubago. Tiene unas pequeñas brisas sutiles.

Por último, la mayor semejanza de todas es la siguiente. Les presento a Maradona como "referente de alfabetización de la Argentina". ¿Qué esperaban? Por eso, estamos como estamos!

Como dice Rial: ¡Qué país generoso!

lunes, 19 de octubre de 2009

Dime cómo te ríes y te diré qué tan infiel eres

Es patética la verborragia filosófica que trae aparejada los domingos y las pelotudeces que se pueden llegar a divagar luego de un par de cervezas junto a una amiga con conflictos chonguísticos.

Hablando en términos textuales, podemos establecer la siguiente tipología. El JAJAJA es la risa común por excelencia y es la más honesta que existe. Es sincera, simple, divertida, contagiosa y te puede llegar a sacar una sonrisa. Cuando ya nos remitimos a un monosílabo del tipo JA, estamos hablando de una risa por compromiso. En ningún momento causó gracia, incluso puede llegar a ser sarcástica. En otros casos, puede utilizarse como sinónimo de “¿Por qué no te vas a la mismísima mierda?”. Mientras que en el otro extremo, un JAJAJAJAJAJAJAJAJA significa “Me sacaste una risa con ruido” o para los entendidos sería igual a LOL en inglés. Ya cuando lo que se obtiene es un JAJAHJGSDSGHASGHAGF es porque “Me estoy cagando de risa enfrente de la máquina que tengo delante y parezco un flor de pelotudo sin vida alguna, que ni siquiera soy capaz de apuntarle a las letras correctamente”. Esta última clasificación es válida en la totalidad de las situaciones.

Ahora bien, procedo a plantear la generalidad a nuestro entender. El JE es de pirata, no hay vueltas ¿Qué mierda es el JE? A ver, ¿por qué no te reís bien enfermo? El JE esconde algo evidentemente. El JE es de trampa, es de vividor, es de “Amo la joda”, es de “Me las sé todas”. El JE no es risa, el JE no causa gracia. El JE alude a llamadas misteriosas, encuentros clandestinos, hoteles alejados, lugares sin testigos. El JE tira una piedra y esconde la mano. El JE acompaña al "chiste que esconde una gran verdad". El JE es el eterno salvavidas que se utiliza cuando no se puede decir algo face-to-face. En definitiva, el JE es falta de huevos y exceso de autoestima.

Por último, el JIJIJI me parece una deformación sin sentido alguno. La verdad no sé de donde salió ni por qué se puso de moda. El JIJIJI lo relaciono con inmadurez, inocencia, ingenuidad, inexperiencia. El JIJIJI es ladino. Tal vez sea fruto de la experiencia personal, que es lo más probable. El JIJIJI me irrita en términos extraordinarios, me pone de mal humor.

Ahora procedemos a establecer la fórmula morfológica imprescindible para cortar relaciones con alguien o “perder el rastro” de la manera más sutil posible (entiéndase por sutil a un tajo en el medio de la cara de extremo a extremo):
“VOLVÍ CON MI EX, JE”
Si se desea mayor sutileza se puede rematar la frase con un adjetivo calificativo del tipo: linda, nena, querida, sexy, bebe, mami (dependiendo del nivel de grasitud del individuo en cuestión).

Para terminar con las ridículas conclusiones domingueras entre dos sacadas del orto, voy a rematar diciendo que la frase “De la infidelidad no se salva nadie” es un hecho que debería estar validado por la ciencia. Hoy en día LOS CUERNOS son una institución social, al igual que lo es el matrimonio. La infidelidad es moneda corriente. La infidelidad es democrática, no hace excepción con nadie y rige para todos por igual. La infidelidad es habitué de nuestro sistema social y hace tiempo dejó de considerarse un delito.

Establecida la gran verdad del día de la fecha, ahora vamos con la generalidad: “El quirófano es peor que un cabaret”. No sé si será producto de mi adicción a Grey’s Anatomy o casos verídicos que llegaron a mi conocimiento, pero llegamos a la conclusión de que los médicos, enfermeras y demás personal relacionado a instituciones hospitalarias poseen una tendencia a desarrollar un alma pirata hecha y derecha. Es un requisito nuevo para la obtención del título y está visto como una evolución normal del ser humano para la supervivencia de la especie. Si tenemos en cuenta que pasan más horas en las guardias que en sus propias casas, ven más cuerpos desnudos en un día que lo que tienen sexo en un año, y además duermen y se cambian juntos, su comportamiento se justifica en un 100%.