A falta de una política económica que favorezca las importaciones (como en el polémico $1 a US$1), los argentinos no sólo tuvimos que recurrir al mercado interno en cuanto a la adquisición de bienes de consumo, sino que también lo hicimos dentro del Mercado Hollywoodense (lo que en términos prácticos sería "El Mundo del Espectáculo"). No obstante, esto se puede observar desde hace varios años ya.
Por ejemplo, para reemplazar a la típica porrista yankee de "No es otra tonta película adolescente", tenemos a María Eugenia Suarez en esta fábula utópica sin sentido que empelotudece a los adolescentes argentinos en magnitudes con alcance desconocido, que se hace llamar "Casi Ángeles" (una toma de pelo, déjame de joder).
En contraste con "Amelie", la exitosa película francesa que nos permite olvidar la brutalidad de estos tiempos globalizados de mierda donde la única filosofía válida es "Sálvese quién pueda", tenemos a María Elena Fuseneco, un personaje explosivo con un importante desorden mental rozando los límites de locura, demencia e histeria. En este caso, ningún argentino puede declararse carente de algunos de sus rasgos: "Si no sos un alcohólico declarado, entonces sos un estructurado de mierda, o ambos".
Aparte del sorprendente parecido entre el protagonista de "Champs 12" y el de "Golpe de Suerte", podemos establecer otra comparación. Mientras que en Estados Unidos, volverte rico del día a la noche sólo se justifica por el factor suerte o karma; en Argentina, la mayoría de las veces es cuestión de patear una pelotita y correr detrás.
Al ver estas imágenes de Pablito Echarri y el papurri de "La Momia", sólo se me viene una palabra a la cabeza: Resistiré. "Y todo el mundo sigue hablando, compitiendo, adulterando, desmintiendo, puteando, y todo el mundo alucinando, confundiendo, sospechando, malviviendo, conspirando. Y todo el mundo sigue andando, padeciendo, despertando, repitiendo, imaginando. Y todo el mundo, blafemando, maldiciendo, apostando a cara ó cruz, improvisando. Desesperados. ¿Y hasta cuándo?" ¿Hasta cuándo estas ganas de nada? ¿Acaso soy sólo yo o estamos todos igual? ¿Es este tiempo del orto el culpable? Me quiero ir a la mierda... Egipto suena tan bien.
Como revelación tenemos a Agustín Almeyda. Ni idea de su existencia honestamente. Acabo de ver un video suyo en la tele (ni me acuerdo el nombre de la canción), pero parace un hijo no reconocido de Alex Ubago. Tiene unas pequeñas brisas sutiles.
Por último, la mayor semejanza de todas es la siguiente. Les presento a Maradona como "referente de alfabetización de la Argentina". ¿Qué esperaban? Por eso, estamos como estamos!
Como dice Rial: ¡Qué país generoso!